martes, 22 de abril de 2014

El retrato más difícil de dibujar

No son sus rasgos, la armoniosa asimetría de su rostro.
No son las luces que desde sus mejillas danzan con la sombras perfiladas en sus sienes.
No es el brillo de sus ojos, ni la sugestiva apertura de sus labios, leve como un susurro.
No es su sonrisa peculiar, ni el sin fin de pecas de su nariz, ni la conjugación de todo aquello.
Es el rostro de la añoranza, del deseo reprimido, de la pasión sofocada.
Es la sonrisa que enloquece, la mirada ajena.
Es la nostalgia, la amanada ausencia.
Es  retrato más difícil de dibujar...

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