lunes, 1 de octubre de 2012

Una vida vacía (La vorágine)


     Nuevamente me encuentro de frente a este hombre, que me mira de forma despectiva y trae siempre esa sonrisa burlona dibujada en el rostro. Muchas otras veces nos hemos visto las caras pero nunca, hasta ahora, me había dirigido la palabra.

-      ¿Sabes lo que es llevar una vida vacía? -me pregunto sin dejar esa expresión de burla característica en él.

-      No lo creo -contesté con recelo y agregué- ¿Acaso tu si?.

-       ¿Alguna vez despertaste una pasión desenfrenada? ¿O acaso has sido parte fundamental en la vida de alguien más? No la de tu mamá claro. ¿Alguien te ha extrañado hasta derramar lágrimas? ¿Has llamado "hacer el amor" al sexo? ¿Has leído un libro tantas veces que te sabes cada palabra escrita en él? ¿Tal vez uno de poemas?...  -el hombre dejó escapar un profundo suspiro y continuó-  ¿Escribiste uno alguna vez? ¿Le robaste un beso a esos labios que tanto añorabas? ¿Qué me dices del alcohol? ¿Y las drogas? ¿Alguna vez cantaste estupideces cayéndote de borracho con tus amigos? ¿Llevaste serenata alguna vez? ¿Has gritado tu verdad, cualquiera que esta sea, a los cuatro vientos?

     Al ver la expresión confusa en mi rostro él rió a carcajadas.

Podría seguir todo el día preguntando y preguntando, eso mi amigo es una vida vacía.


-    ¿Esa es tu vida? -pregunté aun confundido.

-       No, es la tuya.


      Seguidamente se desató una vorágine al compás de sus carcajadas y me desvanecí en un torpe intento de abalanzarme sobre aquel sujeto, lo último que recuerdo es el sonido de vidrios rotos, y una respiración entre cortada, la mía; y luego la oscuridad y el silencio.