jueves, 30 de septiembre de 2010

Sueños vividos…

Por Gretel Gonzáles Avilés


Es realidad o fantasía,
sueño o vivencias,
anhelos o verdades,
todo es tan confuso.

Pero lo sentí tan real,
tu cuerpo, tus caricias
y tus labios, todos en mi piel
y el deseo en ella también.

La amnesia no me deja saber
de las horas ni el tiempo, ni el momento,
solo recuerdo tus ojos penetrantes,
miradas fijas y encontradas, llenas de incredulidad.

He esperado tanto este momento
que llego con súbito arribo.
Mejor que lo planeado,
y con sentimientos encontrados
y deseos hechos realidad.

En silencio guardo aquella noche,
esperando que vuelva a soñarte,
y con las mismas ganas estacionadas
de hacer realidad lo vivido en mi mente.

Cuando llueve…


Por Gretel Gonzáles Avilés


Llora el cielo, amanezco con tristeza
y duermo con los ojitos aguados,
tanto llanto como perturba,
tanta melancolía abruma el corazón.

En un rincón escondida,
para no mirar más tristeza,
alejada estoy de la razón
y las arenas de mi reloj 
se han inundado de lágrimas.

Y como no estar así, 
si no veo la luz,en ti todo es gris 
y el frío hiela hasta los huesos,
me abandona la calidez 
para entregarme a la frialdad,
donde estas?

Aun de noche sueño 
con ver tu radiante sonrisa,
sentir tu cálido toque, vivir de alegrías,
sin embargo es todo quimera, pura fantasía.
Aun frías mis manos, frío mi corazón y fría mi alma.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Huésped



Espío un cielo extraño,
desde una ventaba desconocida
y los sonidos nocturnos
que ayer me eran tan familiares
hoy me resultan irreconocibles.

De pronto el letargo, el sueño me invade
pasaporte universal a Oníria,
fantasías y desvaríos del subconsciente
pero la paranoia le aleja, las paredes escuchan.

Y recuerdo que he sido invitado,
que soy bienvenido.
Mi cabeza sobre la almohada,
cuyo olor no reconozco,
dormito intranquilo.

Pasan los minutos, las horas, los milenios
y el mundo se desvanece,
las paredes ensordecen y guiña el cielo
con incontables y brillantes ojos.

Me sumerjo en los profundos abismos del sueño
dejo de escuchar mis propios pensamientos
la noche me espía extrañada
a través de la ventana que tan bien conoce
y los sonidos que desconozco me arrullan.

La mañana ha llegado, y el Sol, atrevido
asoma por la ventana y me abofetea con descaro
despierto en medio de una familiaridad inesperada
y agradezco el gesto hospitalario de mi anfitrión.

Morena


Morena,
entre el oscuro misterio de la noche y la claridad del día jubiloso
piel de color canela conteniendo una fuerza natural
de formas suntuosas, cumbres elevadas y macizos imponentes
de ímpetus indomables como el viento y el mar

Morena,
postal del trópico, del ritmo innato, de la sangre ardiente
fruto con sabor dulce, como el almíbar, caña de azúcar,
labios carnosos impregnados de veneno que no mata, pero embriaga
que tras amplia sonrisa disimulan el peligro.

Morena,
de busto frondoso y caderas amplias
que se sacuden como el motor de una potente maquina
y vibran como las campanas de la catedral
al desplegar con sabor tus movimientos.

Morena,
que en tus brazos hay refugio sin igual
contra penas y tempestades
y en tu pecho el consuelo y calor añorados
por los niños de edad y de corazón.

jueves, 16 de septiembre de 2010

El Rincón

Por Andres Umaña (14/09/10)

Cuando vemos al infinito 
vemos el largo camino a recorrer 
porque aunque lo dudemos 
siempre habremos de crecer

Aunque el cielo se pinte de gris
siempre queda espacio para pintar nuestra alma
los sueños crecen como crecen los niños
y nos olvidamos de alcanzar nuevos viajes

Estamos sentados en el mismo rincón
viendo pasar la vida
ayudame a levantar la mirada
que las cosas pasan volando
 
Me gustaría brindar con una copa a tu honor
cantar mil veces la misma canción
y dedicarle una serenata al olvido
romper las barreras y que nos importe poco el dolor

Ponme un alto hasta aquí
rompe las leyes de la verdad
déjame correr sin parar
que el mundo se nos puede acabar detrás

Estamos sentados en el mismo rincón
viendo pasar la vida
no quiero ahogarme en pensamientos
que no debo sumergirme en malos recuerdos

Siempre pensé que te quedas perdido
cuando nada alcanzas
no pierdas la batalla
que siempre estarás muy cerca o muy lejos
pero no caigas rendido a la mar.